Empleados y clientes entran en contacto a diario con la tapicería de las oficinas y lugares de trabajo, desde sillas de oficina hasta sillones de sala de espera.
La limpieza regular de las mismas de manera profesional elimina la suciedad, el polvo y la polución que se acumulan en los tapizados deteriorandolos y afectando la calidad del aire.
Al mismo tiempo, partículas de comida, transpiración y sustancias aceitosas provenientes de las manos se transfieren facilmente a las telas de sus tapizados en las áreas de trabajo, dejando un aspecto y aroma desagradable.